HRC

Y te recorrés todo el cementerio (por afuera) para llegar a la puerta y ver que está cerrado pero que alguien te grita, pero no te importa porque seguro es un espíritu, seguís caminando y todos deciden salir de un casamiento -al cual no te invitaron- vestidos como si fueran a la entrega de un oscar, y seguís caminando un poco más, y en el medio de la feria, que para las once de la noche ya se había ido a dormir, un viejito drogón te ofrece tirarte las cartas, tarot, no le das bola y seguís caminando en cadena con todas tus amigas y tu prima, y por alguna extraña razón todo está cerrado. Te estás desnutriendo, tu panza parece la banda que le hace el soundtrack a las películas de guerra y encima estás llegando al Hard Rock y lo primero que ves son las persianas metálicas bajas, estás por empezar a putear cuando milagrosamente vez que la puerta para ir al restaurant está abierta, y con tus amigas se meten al a velocidad de la luz. No eras la única con hambre. Subís las escaleras caracol y te atiende el mismo chico con acento caribeño que te atiende cada vez que vas-¡Como si fueras muchas veces!- Y te pide que esperes un ratito, porque siempre tenés que esperar, sino no sería el Hard Rock. Para pasar el tiempo te sacás fotos con tus amigas y de repente es como si recibieras el llamado de Jesús:El chico de acento caribeño les informa que ya tienen mesa y pueden pasar. Te guían hasta las mesas que están en el pseudo escenario, con el virtó del Champa hippie de fondo, y en lo único que piensan con tus amigas es "Ah bueno, estamos todos locos! ¿Acá arriba nos traen?". Tu única amiga soltera -Sozinha- igual que vos, que fue al Hard Rock se sienta en frente tuyo, compadeciéndose de los que estaban sentados abajo de ella que tenían que apreciar su crecimiento horizontal de culo.
Empiezan a debatir sobre las diferentes cosas que deberían pedir para comer como entrada y de repente llega el mozo. Y si vos creías que antes habías recibido un llamado de Jesús ahora había venido Dios, a traerte el primer pecado capital en persona: La lujuria. Pecado que tenía nombre y apellido, era Ramiro algo, porque nadie le había preguntado el apellido -el nombre tampoco, pero él ya se había presentado solo-. La vida es arte, había dicho después de dibujar el papel en el que tendría que estar anotado el pedido, y ustedes solo le sonreían como si fuera un pote de dulce de leche, dos kilos de helado, un dvd, en un sábado lluvioso, antes de dormir la siesta, y para ese momento te diste cuenta que tu cabeza estaba delirando, que se te estaban ocurriendo mil cosas para decir que no eran aptas para menores de dieciocho años, y Ramiro se fue, y entendiste que a todas las demás les estaba pasando exactamente lo mismo, por el simple hecho de que se miraron y empezaron a decir todas las barbaridades que se cruzaban por sus mentes quemadas. Y separaste tu mesa -que compartías con la otra soltera del grupo- para hablar sobre el tema, porque las otras le querían clavar los dientes como si ellas fueran Edward y él fuese Bella, sin importarles que sus galanes estaban en sus respectivas casas extrañándolas. Junto con tu amiga, volvieron a unir las mesas y siguieron debatiendo. Y tu parte de compositora salía a la luz, y cantabas y bailabas canciones que habían sido inventadas por y para él en ese mismo momento, y él pasaba, y te veía a vos con tu amiga sozinha y entendía que eran unas locas de mier.da que no tenían arreglo, pero se ve que no le importó mucho porque cuando fue a hablarles al final de los finales les había confesado que era un lindo grupo. Vos, junto con las otras cuatro mujeres de la mesa, se habían pasado la noche inventando canciones, le habían puesto apodo, y hasta le sacaban charla, para que al final todo se derrumbe. Porque cuando se quedó charlando antes y después de que le pagaran les hablaba sobre las miradas, sobre el arte -Haceme body paint-, sobre lo desubicados que habían sido los viejos de la mesa de al lado que las miraban y las violaban con la mirada, y lo lindas que eran ustedes -Son un lindo grpo-, y lo dificil que se le hacía dibujar a tu amiga de rodilla lastimada, las invitó al boliche gay y las risas y sonrisas que habían sobrado durante toda la noche, ahora habían desaparecido y solo había silencio. Entendiste que estabas destinada a estar sola-y sin tu amor♫- y él volvió a tu mesa, y les dejó su mail para que le pasaran las "Fotos". Sí, no solo habían sacádole charla, sino que además le habían pedido que se sacara fotos con ustedes, y hasta tu prima, que era la responsable del grupo, se quería ir de joda con el Tronco, que para ese momento ya se había caído al subsuelo quince. Y te fuiste del lugar indignada, y empezaste a correr agarra de tu amiga escaleras abajo, y hablaste sobre lo desastre que eran los hombres, y te reíste, y confirmaste, una vez más, que no hay nada que se compare con una noche con amigas.