Después de varios días sin saber nada una de la otra, decidimos que era hora de juntarnos a comer y charlar un poco, para ponernos al tanto de nuestras vidas. Entre charla, comida y gaseosa, pasando por todos los temas que se nos cruzaban por la cabeza, llegamos al tema de la plata.
¿Ahorrar o no?
Confieso que me sentí una vieja chota, al igual que mis amigas, debatiendo más de media hora sobre el tema, pero es que se me hace imposible pensar en no ahorrar. No tengo, ni tuve la necesidad de gastar la plata si no lo necesito realmente. No me gusta comprar remeras de 100 pesos cuando lo que se paga es el nombre y no la ropa. Y no es de rata, ni tacaña, no me molesta prestar plata am is amigas, o pagar algo de más porque a otra le falta ni nada de eso, pero sí me molesta pagar cosas que no lo valen.
Tres contra dos. Tres que ahorramos y dos que queman la plata al instante.
Dos que prefieren comprarse una remera de marca con todos sus ahorros y tres que elijen comprarse diez remeras marca X con los "ahorros usables" y guardar los "ahorros no usables" para viajar más adelante.
Cinco viejas chotas (encerradas en cuerpos de adolescentes), en una pizzería, debatiendo sobre temas financieros.
De cualquier manera, lo pasé genial.
(Y esta entrada es muy pedorra)
1 comentario:
Obviooo amoreeeeeee, hay que ahorrar!!! Soy de las tuyaaasss
Aguante la saladaaaaaaaaaaa :P
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