martes, 2 de octubre de 2012

Me arden los ojos de tanto llorar, pero todavía no derramé una lágrima.

jueves, 26 de julio de 2012

Un te quiero, una caricia y un adiós.

Me había propuesto no solo no postear ninguna entrada nueva hasta no tener algo decente para compartir, sino que además, no podía ser nada bajonero, pero hoy me pasó esto (y por esto me refiero a una mezcla entre un flashback y un deseo) y lo pensé como una potencial entrada para el bloguito. Y con un toque de nostalgia, por no hacerle modificaciones desde hace tanto tiempo, se me ocurrió que a lo mejor, no estaba tan mal escribirlo. Además, lo que escribo lo escribo por mí, no para que sea agradable a la vista de los lectores, que para esta altura deben ser pocos, por no decir ninguno.
En fin, lo que me pasó fue que escuché cómo abrían la puerta y subían las escaleras. Y entre flashback y deseo, tuve ganas de verte subir a vos, como cuando volvías de trabajar y dejabas el portafolio en el sillón. Me quedé mirando un rato las escaleras, sabiendo que no ibas a ser vos el que aparecería unos cuántos escalones después. Me quedé con las ganas de tu beso en la cabeza, y por sobre todo, me quedé con las ganas de volver a escuchar tu voz.