sábado, 4 de septiembre de 2010

Buenas vibras

Hoy fue un día relativamente movidito, no porque haya hecho mucho, sino porque no paró de llegar e irse gente de mi casa, y no tuve tiempo para nada de lo que quería ser, igualmente no me preocupa porque todavía tengo todo un domingo por delante. La cuestión es que parte de la movidita del sábado consistió en buscar la buena onda.

En realidad empezó ayer, que F me dio a conocer mi alto estado de ojeado y me dejó hecha una mantequita después de trabajar una hora en mi espalda contracturada. Y este sábado que se terminó hace cincuenta y tres minutos siguió con la idea -no premeditada- de buscar las buenas vibras.

No sé si fue a modo de mensaje para que yo no me pusiera mal, si fue porque quería mandarme buenas energías, o por qué, pero él se apareció a la mañana, para contarme chistes, exclusivos para mí, y me contagió de su risa, y poco me importó que horas más tarde haya llovido -No solo en el interior- por su culpa, porque sé que él está feliz y que quiere que yo me contagie un poco de esa felicidad.

Que ella haya llegado incrementó mi felicidad en un quinientos por ciento, porque tiene esa capacidad, y porque es la única que puede hacerme tener charlas como la que tuvimos a la tarde. Porque me entiende, me sabe, y me conoce más que yo a mi misma, y porque sabe que lo necesitaba, por más que la re puteé.

Y por último un libro de mandalas de bolsillo para colorear. Me compré una cajita de lápices de colores y no sabía en dónde usarlos, pero ahora ya tengo dónde poner toda mi energía. El primer mandala que dibujé me llevó aproximanadamente unas diez canciones, y por más que no me quedó como esperaba que quedara, me concentró durante un largo rato.

Y decidí buscar para saber bien cómo era la movida de los mandalas y acá vengo a aportar un poco, por si a alguien le interesa:

El meditar con Mandalas sana tanto a nivel físico como psíquico y espiritual. Es muy probable que experimentes alteraciones en la conciencia, como la sensación de expansión de la misma. También suele traer "recuerdos" a la memoria conciente que los teníamos olvidados en el subconsciente, tales como traumas de la infancia. Permitiendo que afrontemos tales hechos y así sacar las "trabas" de nuestra mente, para poder superar todas nuestras limitaciones a nivel psicológico-espiritual y enfermedades a nivel físico.
Un Mandala siempre va a ser positivo sea cual fuere su color, pero resulta doblemente útil, cuando nosotros ya hemos localizado algún problema, y queremos atacarlo, entonces podríamos ayudarnos eligiendo algún color determinado, el cual actuaría de manera directa, acelerando el proceso de curación.

Mi mandala quedó pintado de Azul, Índigo y Verde:

Verde, Cuarto Chakra. Equilibrio, crecimiento, esperanza, perseverancia, voluntad, curación, integridad, bienestar, tenacidad, prestigio. Falta de sinceridad, ambición, poder. Proyecta tranquilidad y balance en lo sentimental. Permite expresar los sentimientos más libremente. Expande el amor interno hacia uno mismo y los demás. Ayuda a liberarse del apego a las posesiones o las falsas excusas. Es el filtro del equilibrio en todo el cuerpo. Ayuda a controlar el sentido de posesión y los celos. En el aspecto físico, proyecta energía vital al sistema circulatorio, cardiovascular, corazón.

Azul, Quinto Chakra. Calma, paz, serenidad, seguridad, aburrimiento, paralización, ingenuidad, vacío. Ayuda a exteriorizar lo que se lleva por dentro, permitiendo evolucionar a medida que se van dando cambios en la vida de la persona. Evita la frustración y la resistencia para comunicarse con la gente, permite tener tolerancia a los pensamientos de los demás. En el aspecto físico proyecta energía a los pulmones, garganta, tráquea, ganglios linfáticos superiores y ayuda a evitar las alergias y padecimientos de la piel.

Indigo, Sexto Chakra. Ayuda a comunicarse con el ser interno, abriendo la intuición. Permite aprender a dejar fluir los mensajes del cerebro, conectando directamente a la inteligencia de la conciencia cósmica. Fomenta el control mental y expande los canales de recepción para percibir la verdad en cualquier cosa o nivel de vida. Estimula la confianza en ser guiado por su propio sentido interior. En el aspecto físico, proyecta energía vital al cerebro, sistema nervioso, sistema muscular y óseo.

1 comentario:

marly dijo...

yo tambien tengo una amiga asi de vez en cuanto ni me doy cuenta que la necesito pero llega y me comienza a hablar nos reimos y a la vez me pregunta cosas luego me comienza a retar y como que vuelvo a la normalidad me siento mejor me bica en mi lugar denuevo
cada vez que comienzo a estar mal ella aparece sin que nadie la llame pero cuando las doss estamos bien esos son los mejores dias :)
te sigo!!! :D