jueves, 13 de agosto de 2009

Creo que quiero ser psicoloca. Por lo menos, los momentos post-lectura de Rolón, no puedo evitar quedarme con pensamientos de él y tampoco puedo evitar analizar las cosas que escucho, cuando podría (y debería) haberlas dicho de otra manera, la persona que habla, y ese juego de ser una psicóloga oculta me resulta divertido.

No hay comentarios: