miércoles, 12 de agosto de 2009

Vuelvo a casa

Tres semanas a puro portugués. Veinte conversaciones con solo tres personas. Escuchar. Entender. Traducir. Formular la respuesta. Traducir de nuevo. Responder. Opinar. Dar "palpite" acá. Dar "palpite" allá. Silencio. No, mentira. Nunca había silencio, constantemente charla. Gritos. Risas. Turn Off. Ahora sí... ¿paz? No, la cabeza abombada. Un hilo de pensamientos que se atan de la pata de la mesa, rompen los platos, se esparcen por el ventilador, se los traga el aire acondicionado, se los absorbe la ventana. Estado completamente ido del mundo. Estado completamente en mí mundo. De repente todos me miran y caigo en la cuenta de que están esperando que responda algo a lo que nunca le presté atención porque estaba sumergida en mis pensamientos. De nuevo todo el ruido y mi cabeza explota. Es creer o reventar, pero yo tengo para elegir entre desenchufar o reventar. Final del día, durante tres semanas, me obligaron a reventar, no tenía elección. Al fin hoy yo, vuelvo a casa. Una vez más, lo mejor de irse, es volver.

Me fui sintiendo un gran dolor
Me fui llorando por este amor
Me fui buscando algo mejor
Volví a mi mundo y volví a vos

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