miércoles, 3 de febrero de 2010

Nunca me creí en un cuento de hadas, tampoco espero el final perfecto, ni a un príncipe azul que venga a rescatarme arriba de un caballo blanco. Estoy lejos de ser una princesa, y mucho más lejos todavía de heredar un reino, pero si hasta los pilares de mi castillo inventado (que está muchísimo más lejos de parecerse a un castillo que yo de ser una princesa) se desmoronan, ¿Qué puedo hacer para seguir con la historia de mi vida con el mundo venido abajo?

No hay comentarios: