Buenos Aires Hilton

Como si Puerto Madero fuera un imán y nosotras metales, siempre terminamos caminando al lado del lago -Según Ne-, es como si hubiera una fuerza especial que nos obliga a ir allá. Es increíble, porque esta vez, el que manejaba (Carlitos) no quería ir "Porque no me gusta" pero de todas maneras, ahí terminamos. Y como si la energía se centrara en un lugar específico, cruzamos el puente de la mujer (como todas las veces que vamos a Puerto Madero) y llegamos al Hilton, y por primera vez, entramos. Como para pasar desapercibidas estábamos más zaparrastrozas que mis zapatillas que uso para gimnasia y hablábamos y nos reíamos lo suficientemente alto como para que nos escuchen los del último piso, en fin, el cuadri copaba el Hilton. Para cerrar la visita no guiada por el hotel, nos acercamos a hablar con la recepcionista para averiguar precios -Nota mental:La próxima pedimos que nos muestren las instalaciones-. Luna de Miel, y un montón de cosas incluídas a un precio que no pagamos ni aunque lo dividamos entre todas. Calculale que es para noviembre más o menos... ¿Tengo que reservar con mucha anticipación? Definitivamente, Olguis es grossa.